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lunes, 8 de noviembre de 2010

Soledad


y ella espera en soledad con una copa de vino blanco en su mano derecha.

Desvía su mirada hacia el grupo de gente reflejado en la cristalera.
El reflejo en la puerta de la cabina telefónica es una señal que la muestra dos mundos. Dentro de esa cabina hay comunicación. Fuera de ella, solo hay soledad. Su soledad.

Coge el monedero y piensa. Es hora de llamar.